domingo, 26 de septiembre de 2010

Ponencia: Un observatorio urbano optimizado

Esta es la ponencia con la que participé en el decimonoveno Congreso Estatal de Astronomía. La presentación está disponible para visualizar en formato pdf  descargándolo desde aquí.


El trabajo versa sobre cómo sacar el máximo provecho a un telescopio en un emplazamiento urbano para mitigar las consecuencias de la polución lumínica. A pesar de la peor calidad de los resultados, en comparación con la observación en cielos oscuros, el aprovechamiento de un telescopio montado en casa es muchísimo más alto por el mayor número de horas de observación disponibles cada noche y el ahorro de tiempo muerto destinado al montaje, desmontaje y transporte del equipo. 
 
Ahora bien, el planteamiento se hace desde un tipo de observación orientada a la toma de datos, astrometría y fotometría. Otras modalidades pueden tener una tolerancia menor a la contaminación lumínica y la turbulencia que propicia el entorno urbano, como puede ser el caso de la astrofotografía con criterios estéticos o la observación visual de cielo profundo.

Un momento de la presentación de la ponencia

Sin embargo es llamativo cómo la técnica de la imagen con ccd tiene un alcance considerable incluso en un fondo de cielo iluminado como es en la ciudad, permitiendo captar estrellas débiles y objetos de cielo profundo no demasiado extensos como galaxias.

"Observatorios" urbanos como el que sirve de ejemplo, el de código MPC J30, se enfrentan a problemas añadidos como es la obstrucción por parte de otros edificios y el hecho de tener el campo de visión restringido al horizonte oeste, hasta 60 grados de altura. Desde el oeste, tras el paso por el meridiano, los astros están en descenso hasta alcanzar el ocaso, por lo que tras empezar a ser visibles, en poco tiempo pierden altura y quedan en situación desfavorable para ser observados.

En estas circunstancias la mejor manera de aprovechar el emplazamiento es establecer una zona óptima de observación, que estará entre 50 y 20 grados de altura y 250 y 330 grados de azimut. Los objetos dentro de esa franja son los que están a una ascensión recta igual a la hora sidérea local menos 2 horas y media de ángulo horario, y en una declinación entre +20º y +60º.

La programación de las observaciones con arreglo a ese criterio permitirá observar en las mejores condiciones posibles que permite el lugar. Sin embargo, el aprovechamiento sigue estando limitado por el número de horas en que el observador puede dedicarse a operar el equipo, y va a estar limitado por el descanso diario.

Sin embargo la computerización de los telescopios, y el control a través del ordenador traen consigo la posibilidad de manejar la montura, cámara y demás dispositivos desde el software, y, más aun, poder hacer que mediante un script se puedan establecer órdenes por las que el pc, de forma autónoma, maneje todo el equipo, haciendo que mande apuntar a un objeto, que la ccd haga una serie de exposiciones y las almacene, que mediante la rueda portafiltros use el filtro correspondiente y que controle, por ejemplo en enfoque y lo corrija actuando sobre un enfocador motorizado.

 Exponiendo las conclusiones

Así, con programas como autotelcam, o ccdcommander, se puede automatizar el equipo y se tiene la posibilidad de delegar en el ordenador todas las tareas repetitivas. Trabajando de forma automática, el observador puede dedicar la noche al descanso y se presenta la oportunidad de aprovechar todas las noches despejadas, durante toda la semana, del anochecer hasta el amanecer.

El observatorio J30, trabajando en modo automático, va ejecutando scripts, cada uno con una selección de objetos abarcando 1 hora de ascensión recta. A un ritmo de 10 imágenes de 60 segundos por objeto, permite observar 7 u 8 objetos en el intervalo óptimo de altura. En una noche de duración media supondría observar, estirando al máximo, unos 80 objetos celestes.

En la práctica, cuando son visibles las zonas más densas de la vía láctea, el telescopio llega a hacer observaciones de unos 40 objetos. Desde que se puso en marcha la observación automatizada, se han llegado a hacer 2397medidas de brillo de unos 70 objetos, que van desde estrellas variables eruptivas, estrellas variables pulsantes, quasares, y supernovas extragalácticas.

Se ha prestado una especial atención desde el principio a la vigilancia de la actividad de las estrellas eruptivas, en particular a los subtipos U geminorum o nova enana, y sw sextantis. En este tipo de observación, en que es necesario obtener medidas de brillo casi cada noche, la observación automatizada es de una efectividad incuestionable.

En conclusión, la programación de las observaciones, por un lado, y la automatización por medio de un software, han permitido sacar el máximo partido a una ubicación que en al principio no parecía nada atractiva para hacer astronomía. Esta manera de trabajar seguramente continuará en los años venideros, tal vez hasta que el manejo remoto de telescopios instalados en lugares de cielo oscuro represente una alternativa viable.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

El cielo en 8,3 megapixels

Esta noche he estrenado mi nueva cámara QHY9, dotada del sensor CCD KAF-8300 de Kodak, de 13x18mm y píxel de 5.4x5.4 micras. En el foco de mi telescopio reflector de 203 mm y 1600 mm de distancia focal, ofrece un campo de 20x39 minutos de arco, realmente generoso y muy cómodo para trabajar.

 Telescopio con la nueva QHY-9



La óptica Ritchey-Chretien parece que da un buen resultado, a juzgar por la primera luz de la cámara que vemos a continuación.

"Primera luz de la QHY-9 en el RC de 8", con una vista de M13


Se logran unas estrellas bastante finas y con forma redonda en todo el campo, incluidos los bordes, y todo ello con un enfoque hecho deprisa y corriendo; la definición lograda permite captar una gran variedad de matices en el cúmulo M13. No se ha aplicado ni toma oscura (dark) ni flat, se aprecia ruido en píxeles sueltos y en la esquina superior izquierda, pero en general se lograr reducir bastante al lograrse con facilidad una temperatura de -25ºC.

Comparación entre la QHY-9, la QHY2 Pro y la Starlight-Xpress MX516, de izquierda a derecha, compárese los tamaños de los detectores ccd respectivos de cada modelo.

La cámara se está portando bien, pero aun hay cosas que resolver con el software, fundamentalmente con el  de la rueda portafiltros.

sábado, 18 de septiembre de 2010

XIX Congreso Estatal de Astronomía - Madrid 2010 (I)

Después de este parón veraniego vuelvo a la carga relatando a todos vosotros la marcha de esta nueva edición del congreso estatal, siempre desde mi punto de vista. La jornada inaugural ha sido solo un pequeño aperitivo y quizá no da la idea de lo que pueda llegar a ser esta edición del CEA. De momento he visto un cierto caos en la organización, que no tenía listas las acreditaciones para entregar a los participantes en el momento del registro. Poniendo  diligencia por parte de la organización, y paciencia por la nuestra se ha subsanado el problema al acabar esta primera jornada.



Hemos comenzado con la ceremonia de apertura en la que han intervenido el presidente y vicepresidente de ASAAF, el presidente de la AAM, la Decana de la Facultad de Ciencias Físicas y el Presidente de la SEA.


El congreso propiamente dicho se abrió con la conferencia del Doctor Carlos Frenk, Catedrático en la Universidad de Durham, Reino unido. Con el título "Nuestro Universo Improbable", hizo un recorrido por la Cosmología a lo largo del siglo XX hasta llegar a los últimos avances, con la irrupción del problema de la materia oscura, el modelo inflacionario y la búsqueda de evidencias observacionales para corroborarlo, con hincapié en el estudio del fondo cósmico de microondas.

Si bien mostró los interesantes resultados obtenidos por su grupo de trabajo con un reciente survey de galaxias para estudiar la distribución a gran escala, y una interesante simulación para mostrar el papel de la materia oscura en la formación galáctica, toda la conferencia quizá insistió en conceptos ya conocidos, sin pocas novedades para un público con un conocimiento previo sobre cosmología.


Tras escuchar al Doctor Frenk pudimos asistir, como cierre de esta primera sesión, a una charla-concierto de José Antonio Caballero y el grupo Lagartija Nick. La peculiaridad de esta colaboración está en que este conjunto granadino, liderado por Antonio Arias toman temas astronómicos en las letras de sus canciones. En un espectáculo realmente multimedia, titulado "Multiversos" se van alternando las intervenciones de de Caballero con la musica de Lagartija Nick.

Aunque la propuesta es original, la música de Arias no consigue atraparme y me deja un poco frío. Me han gustado más otras aperturas de congresos, como una el año pasado en que dos intérpretes nos obsequiaron con obras de Vincenzo y Michellangelo Galilei, padre y hermano, respectivamente de Galileo. Y celebraría con entusiasmo que en otra convocatoria el organizador se animase a interpretar obras de William Herschel.


Tras el acto nos dirigimos al Restaurante Riofrío, donde tuvo lugar la cena de hermandad. Allí pude saludar a los viejos amigos y conversar con ellos, en el coktail y durante la cena. Mañana tendremos las ponencias.

 En la cena de hermandad, con Adolfo Sansegundo

La continuación de la crónica está disponible aquí.